LAS ENCUESTAS DE CLIMA, ¿NOS ENGAÑAN?
- Christian Eulerich
- 5 feb
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 4 may
Antes de empezar quiero compartirte que soy un empresario, industrial, y después de años lidiando con sistemas que no funcionan, estoy cansado. Cansado de mercados, estados y gobiernos establecidos que hace tiempo dejaron de garantizar la dignidad humana. ¿Estamos dispuestos a revisar nuestras ideologías, prácticas económicas y organizacionales? En este blog visibilizo asuntos que hoy comprendo distinto; siempre existieron, pero mis privilegios los distorsionaban.

Las encuestas 360 de clima, de eficiencia o innovación organizacional tienen las mejores intenciones, sin dudas. Pero, ¿qué implica realmente esta herramienta para supuestamente conocer el ambiente de trabajo, los objetivos no logrados, los gerentes y líderes más apreciados?
Las encuestas se presentan como una maneras de averiguar lo que piensan los demás. A simple vista, solo parecen preguntas, por eso las utilicé durante años. Sin embargo hoy me cuestiono, ¿me engañaron bienintencionadamente? Se nos vende como herramienta de observación y análisis de las dinámicas organizacionales, algo eficiente e inofensivo, sin embargo he comprobado que generalmente no lo es. Esto ocurre debido a que dicha practica pasa por alto un principio básico en el análisis de cualquier fenómeno social que queramos entender o comprobar; lo humano no puede separase de los contextos donde ocurren los hechos que buscamos comprender, así como de sus razones, causas y motivos.
Don Christian, los colaboradores saben que tienen la libertad para expresar lo que piensan. Además, la encuesta la realizamos dentro de la empresa y en horario laboral y es anónima. Creo que el marco de seguridad del que siempre hablas, está presente.
¿Cómo sabes de las libertades que aseguras? Máximo, que sea electrónica o en papel da lo mismos, pues aquí lo que importa es el acto de responder sobre algo que ya sucedió y frente a personas a quienes jamás interpelarías. Se trata de ser preguntado por medio de respuestas preestablecidas y esto es una experimentación humana totalmente alejada de la realidad. Y esta es una aberración para cualquier científico, practicante de las ciencias sociales que desee aportar algo valioso. Es como sacar a los alumnos de un aula para preguntarles mejor, qué opinan del colegio, su administración, la enseñanza. Esta condición de experimentación fuera del espacio escolar ya se convierte en parte de él e influye en el resultado. Nos guste o no, siempre somos parte de lo que evaluamos, al menos cuando de fenómenos sociales se trata y esto convierte a la herramienta y sus resultados en artificios subjetivos, cargados de interés.
¿Y de dónde viene esta costumbre como tantas otras parecidas?
Sospecho que el management quiere ser eficiente y actúa como ciencia exacta cuando no lo es. Creyendo que lo humano puede ser estudiado como cualquier fenómeno físico, biológico o astronómico con conocimientos universalizados, fragmentando lo que en realidad necesita ser comprendido en su conjunto. Te informo, Máximo, que esto empezó allá por el siglo XIX y parece que seguimos creyendo en lo mismo que Auguste Comte*. De hecho, así nació el positivismo...
No te creo, ¿en serio esto es siglo XIX y por qué seguimos con lo mismo?
Porque el modelo funciona en apariencia: es cuantificable, replicable, ofrece una sensación de control. Cuántas otras creencias, ideologías, teorías crees que ya debieron ser exhaustivamente revisadas y superadas, porque claramente no funcionan para el bienestar en el mundo, pero siguen vigentes. Tienes modelos económicos, los entes multilaterales, la misma Democracia, las dictaduras, el socialismo. Ninguno funciona pero siguen campantes.
Lo que queramos saber de los demás, Máximo, debemos enfrentarlo en vivo, cara a cara, juntos; las personas que sinceramente nos interesan como parte del plan, el objetivo, la estrategia para una convivencia humana en paz. Lamento informarte que no hay de otra y lo digo así, porque esta forma de hacerlo conlleva incomodidad y el proceso se vuelve tedioso.
Finalmente en este artículo quiero cuidar a los trabajadores de los ámbitos humanos en esta Economía que no perdona; Recursos Humanos, Talento Humano, Gestión del Bienestar, consultores, reclutadores. Sé y tengo comprobado que esto no es nuevo para ustedes, pero también conozco la realidad que enfrentan en la cotidianeidad organizacional, en un mercado laboral contrata según su conveniencia. Sé que resisten y realizan lo que les es permitido hacer para cuidar vuestro sustento y el de todos.
Habilitar los espacios, las metodologías para conocer a los demás y lo que creen realmente de nosotros, es una responsabilidad de los puestos de mando de la Economía, no de ustedes.
¿Quiénes deben dar los primeros pasos? Me parece que vos querés tener la verdad, Christian.
Máximo, esto ya me dijiste antes. No se trata que tenga la verdad, sino que podamos conversar las verdades de todos. Algo que funcione y emprendamos juntos. Solo eso busco.
Christian Eulerich
*Auguste Comte, el fundador del positivismo y la sociología como disciplina, creía que la conducta humana podía estudiarse y medirse científicamente.
Desde su perspectiva positivista, la sociedad y el comportamiento humano seguían leyes naturales, al igual que los fenómenos físicos.
PD: Esta es solo mi opinión. Hay temas que, al conversarlos, movilizan nuestras ideologías y nuestras creencias de vida más profundas. Por eso, mis escritos están asociados a la dificultad de plantear lo incómodo de la economía en el contexto de mi entorno socioeconómico. Encontrar personas dispuestas a abordar estos temas no es sencillo. Aquí un 🔗 enlace para registrarte y recibir avisos sobre próximos posteos. Valoro que me hayas leído.
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