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TUVE QUE EMPEZAR DE NUEVO CON 45 AÑOS

  • Foto del escritor: Christian Eulerich
    Christian Eulerich
  • 12 nov 2024
  • 9 Min. de lectura

Actualizado: 3 abr

Soy empresario industrial, y después de años lidiando con un sistema que no cambia, estoy desgastado. Me pregunto sobre lo que está establecido en los mercados y gobiernos que no funcionan; hace demasiado que no garantizan la dignidad humana. ¿Estamos dispuestos a revisar nuestras prácticas?

En este sitio visibilizo asuntos que hoy comprendo de manera distinta; siempre estuvieron, pero mis privilegios los distorsionaba.


UN EMPRESARIO PENSATIVO PARADO EN SU FÁBRICA

Harán unos 10 años que empecé a preguntarme sobre lo que me inculcaron durante 45 años de mi vida. Tengo 53 y estoy sorprendido del funcionamiento de la Economía; las empresas dentro de ella, mis ingenuas reuniones gerenciales o los desayunos de trabajo para conversar el futuro económico de mi país, pensados siempre desde el liderazgo, el lugar, la visión de algunos, la mía.


Voy directo a tuétano y les digo, estoy llegando a comprender mejor, como mis privilegios fueron los que permitieron gran parte de mis roles productivos y mis éxitos asociados a nuestra empresa (heredada), una industria con 200 trabajadores. No fueron necesariamente mis capacidades, sino mi jerarquía, mi apellido, el lugar donde nací. Debo decir que mi funcionamiento como Empresario no ha sido inocente con los demás; hice daño sin darme cuenta, motivado por mis eternas buenas intenciones, producto de los modelos y sistema que nos infunden desde hace siglos.


Todas las empresa del mundo fallan y este fenómeno no se relaciona necesariamente con la folclórica creencia que errar es humano. No sucede exclusivamente así. Descubrir esto fue alentador, a la vez desafiante para mí. Si quiero enfrentar lo que no funciona cerca mío, debo empezar conmigo mismo, la revisión profunda de mi forma de gestión, mis creencias; le dije adiós al liderazgo luego de 18 años de creer en él.

Ahora mis/las relaciones (humanas) como constitutivas de la producción, las ventas, el mercado, los objetivos no logrados, las fallas en los demás. Y en todo este mejunje, ahora yo altamente responsable.

¿Acaso no sabías? Vos te formaste en Berlín. Alemania es un país moderno y la Economía es una ciencia social, ¿sabías? El management entiende la relaciones como algo que acompaña al trabajo y creo que es esto lo que vos estás cuestionado. Estas insinuando que funcionamos precisamente a la inversa, como seres sociales que primero sentimos y el trabajo es el que acompaña a mi ser.

Sinceramente nadie me hablé de esto antes, ni en Alemania. No lo sabía y no es de extrañar, pues diferencias en los enunciados de las teorías económicas son mínimas, no importa el país donde las incorporas; parece haber solamente una forma (global) de hacerlo y se ha vuelto mandatoria. No obstante me resisto, creo que podemos aproximarnos distinto, empezando por comprender a nuestras organizaciones como lo que también son; espacios sociales funcionando en una red de relaciones y que nunca se detiene. La oficina –y en ella una reunión de gerentes– ya no como un contenedor, un espacio físico con sillas, un lugar de intercambio de datos y resultados en Power Point. Ahora es un encuentro de personas que se juntan para estar, sentirse bien o mal, valoradas con voz y voto, o pasadas por alto mientras responden encuestas sobre clima organizacional.

Es cierto, las encuestas son una forma de participar, pero a la vez generan mucho rechazo, porque las personas queremos participar de otras maneras que sean reales, con efectos en las decisiones de la empresa.

Y que puedo decirte, yo hacía lo mismo. Comprender hoy mi rol ha complejizado mis funciones, las ha vuelto incómodas, pero a la vez resultaron una oportunidad, porque habilitó posibilidades sin precedentes para la organización, para la productividad, algo que toda mi vida he perseguido. El disparador fue dudar de mis ideologías productivas y uno de mis primeros blancos fue la ISO 9001. Un estándar –que en nuestra planta productiva– no estaba cumpliendo su cometido desde el 2006. Recuerdo la remanida frase que me hacían escuchar intencionalmente, junto a las fallas que nunca se resolvían.

Yo sé a cuál frase te referís, Ingeniero Christian. La que todos repetimos y dice que errar es humano. Sé que esa frase no te gusta, pero aprendemos gracias a los errores, ¿o no?

Así es. Las cosas no funcionaban y empecé a poner en duda lo que los expertos me decían, lo que me explicaban una y otra vez. Empecé a mirar a mi alrededor, los sistemas en todo el mundo fallan y generalmente pudieron evitarse; incluyendo aviones que se estrellan, el 737 Max. Mi búsqueda siguió intensamente y a mis 45 años regresé a algo que siempre había llamado mi atención, la ciencias sociales, ¿cómo funcionamos los seres humanos?

Esto me condujo directamente a mí mismo, preguntarme quién soy realmente y descubrí –con ayuda de terceros– algo sin precedentes para mí; no soy un sujeto auto-producido. No soy el Gerente General de una industria con 200 trabajadores, porque soy el mejor o porque me he esforzado más que mis hermanas, primas y por eso me lo merezco. Si bien me he despertado temprano y he tomado muchas desiciones arriesgadas en solitario, mi lugar, mi valentía y mis logros tienen que ver con otros elementos que no los tenía en cuenta. Los había naturalizado, incorporado desde niño, como si hubieran sido siempre míos.


Comparto algunos factores que determinaron mis primeros 18 años gestionado nuestra organización como el Gerente General creyente de la ISO, el Balance Score Card, el KAIZEN, el CCTV, las Encuestas de Clima, la Meritocracia, la Planificación Estratégica y especialmente en mi liderazgo.


1. Mí clase social.

2. Mi apellido.

3. Mi color de piel.

4. Mis redes de contacto, networking.

5. Mi titulo de ingeniero.

6. La universidad y el país en el que me gradué. 

7 Ser hombre.


En el listado no aparece mi capital económico, aunque parezca mentira no es el más importante. Con los siete puntos enumerados, cualquiera posee 90% de lo necesario para creerse dueño absoluto de sus éxitos. Tal vez es así como nacen más tarde los relatos que cuentan como Steve Jobs, Bill Gates, etcétera empezaron de cero, sin capital y en un garaje. Estos siete elementos superan al dinero como lo esencial y lo descubrí leyendo a Pierre Bourdieu; tuve que aceptar que también soy gracias a la acumulación de historias que me antecedieron, internalizadas del pasado y el presente; lo que yo sentía, lo que creía de mí mismo era también resultado de un ejercicio colectivo, surgido de lo que he aprendido con otras y otros sobre mí mismo. Fascinante.

Que complicado todo esto.

Sabías que en la jerga de sociólogos, psicólogos se dice, que nos hacemos a travez de los ojos de los demás. Bastante comienza en el hogar, luego continúa en múltiples relaciones, conversaciones posteriores a lo largo de la vida, eligiendo nosotros con quién y dónde hacerlo. Atención, porque este es un elemento fundamental; con quiénes y dónde.


Todo resonaba un montón dentro mío, me hacía dudar y así compruebo mi segunda sorpresa; el piso de lo cotidiano no es parejo para todos. Esto de que nacemos en igualdad de condiciones con las mismas oportunidades y los que no tienen es porque no se lo merecen, no se esfuerzan, son borrachos, no saben ahorrar, tiene muchos hijos. Esta es una creencia engañosa, pero aún vigente y fue conveniente para el ejercicio de mis relaciones, cuando hacía negocios, porque esta comprensión me adjudicaba herramientas para funcionar mejor dentro de las lógicas productivas, económicas. Creer primero en mí, fija un sentido a mis palabras, mis desiciones, sobre todo me permitía estar seguro de que hay varias realidades en el mundo. A este fenómeno algunos llaman relativismo ingenuo, algo que tampoco sabía, ingenuamente; la realidad no es lo que cada quien decide que es, como si fuera que la realidad viene desde adentro de cada uno. 

Christian, acaso que cada uno no puede construir su propia realidad. La realidad es lo que yo pienso de la realidad. Todas las redes socio-digitales hablan de eso, que no me ocupe por lo que pasa afuera, que me preocupe por como yo lo percibo, porque esa es mi realidad. Acaso el coaching no es justamente para eso, para entenderme primero yo, luego a los demás.

La realidad es una sola, la misma para todos. Lo que ciertamente varía son los lugares desde donde cada uno la mira, la vive, la gestiona y comprende. Mis privilegios me permiten crear un punto de vista distinto al de mi competencia, entonces observo desde otro nivel (lugar) la realidad que sigue siendo una sola. Aquí se habla de la realidad ontológicamente objetiva y la realidad ontológicamente inter-subjetiva. Esto es terriblemente complejo y brutalmente fuerte cuando uno se cree un buen un empresario; ahora lo que importa es el lugar que me dan las personas (empleados) con perspectiva distintas de la misma realidad y no tanto lo que yo sé mejor que ellas/ellos.

Esta son los elementos que derrumban por si mismo a la teoría del liderazgo, pues es mi historia acumulada con los siete elementos la que me permitió tener mi lugar en la realidad de otros y a entender el mundo de esa forma específica, la mía, no la de otros.

Yo sabía mejor que todos...
Yo sabía mejor que todos...

Estos asuntos me llevaron a hacer terapia por muchos años, pues mi rol ya no fue nunca más el mismo, se complejizó y lo que pareció siempre ser fundamento y tranquilidad para mí, ahora hacía dudar. Ya no se trata de que yo me descubra a mí mismo, comprenda mi lugar en el mundo para luego comprender a los demás, definitivamente no. Más bien se trata de hacerme cargo del lugar que tengo y el poder que esto me confiere, descentrando lo que antes era impensable, porque me enseñaron a ser el centro de las buenas intenciones, el líder.


Sinceramente hoy creo que el management es parte de una ciencia social totalmente atrofiada, la Economía. Por suerte existen posibilidades y a una de ellas se le denomina Giro Teórico. Esto intenta ayudar a nuestras profesiones a salirse, salirnos del «umbral pleno del conocimiento». En otras palabras, alejarnos de las etiquetas asociadas a verdades absolutas; lo que creemos del liderazgo sería para mí una. Para nosotros empresarios se trata de permitirnos disputar los enunciados de nuestras teorías, nuestras actividades productivas ahora reconociendo el lugar de las relaciones que producimos cuando administramos; los factores que se juegan y no otros. Hablo del poder que algunos tenemos por qué somos empresarios y con ello fundamento de lo que no resulta.


El Giro nos brinda posibilidades para cambios significativos en la forma de abordar lo que no funciona en la Economía, las Empresa, nuestra Educación, la Democracia, pero es necesario soltar. Cambiar de ideologías no es fácil y vivir sin ellas peor.

UN GERENTE GENERAL REUNIDO CON LA GERENTE DE TALENTO HUMANO
ESTA ES UNA SITUACIÓN BASTANTE COMÚN EN LAS ORGANIZACIONES

Les comparto tres periodos, no fueron inmediatos, menos consecutivos, pero fueron parte de mi proceso. Para cada persona y para cada organización estos serán muy distintos.


  1. Comprender mi giro, fue situarme en el ejercicio de mi poder, ser consciente de mis beneficios, las relaciones que me constituyen.

  2. Tuve que asumir la responsabilidad del poder conferido, darme cuenta en como configuraba mi realidad a través de las lecturas y formas de relacionamiento que yo producía en la organización, en la planificación estratégica, en todo lo que hacía. La condescendencia hacia mi lugar de dueño, líder y patrón. Reitero, la perspectiva de la realidad desde la mirada de los demás es algo que complejiza bastante el proceso.

  3. Empece a ser consciente, que la lectura de la la realidad económica compartida humaniza el bien colectivo y este incide directa y materialmente en la productividad, la rentabilidad y sustentabilidad de nuestros acuerdos. Todo empezó a cobrar sentido humano y también económico; las personas sentían y se sentían muy lentamente parte importante de los acuerdos. También tuve que pedir disculpas, hacerme cargo de los efectos de mi gestión anterior y las de mis tío y abuelo. Las personas empezaban a tomar una nueva perspectiva de la misma realidad organizacional. Fascinante, incómodo.


Este tipo de intervención es primero un desafío para el dueño, el número uno, la cabeza tenga el rol de Gerente General, CEO o el que sea. Es aprender a duras penas como relacionarse y posicionarse como parte de lo que no funciona; ya no como un juego de oposiciones entre empleados y nosotros propietarios. Es interesante, porque eso que tanto buscamos las empresas como es la humanización del empleo, la salud mental, llega, pero como un efecto posterior, al final, por decantación natural y no al revés, como plantean los modelos enlatados que ofrece el mercado actualmente. Primero se crea el marco de seguridad, espacios de confianza para visibilizar una serie de cuestiones que molestan e interfieren hace tiempo la organización. Esto lleva años de intervenciones psicosociales dentro de la organización.


Me gustaría invitarles a pensarnos distinto. Existen otras posibilidades que pueden desafiar los entendimientos actuales de organizaciones sean circulares, piramidales, rizomáticas. Lo importante creo es pedir ayuda y buscar lo que ningún modelo nos ha dado, nuestra incomodidad en el organigrama.

Vale la pena. Errar definitivamente no es humano, humano es el miedo, la culpa, la vergüenza que produce el sistema en el cual operamos y mientras hacemos economía. 


Este proceso es largo, pero se vuelve autónomo con mucho esfuerzo cuando se confía en los demás.

Don Christian, ¿cómo puedo saber en qué creer? Porque lo tuyo es raro y encontré información que desmiente lo que decís.

Máximo, no se trata que yo tenga la verdad, sino que lo actual, supuestamente bueno, no funciona para todos. Este es mi parecer a partir de lo que veo cerca y lejos mío… Tal vez estoy equivocado, confundido, no lo sé.



Christian Eulerich


PD: Esta es solo mi opinión. Hay temas que, al conversarlos, movilizan nuestras ideologías y nuestras creencias de vida más profundas. Por eso, mis escritos están asociados a la dificultad de plantear lo incómodo de la economía en el contexto de mi entorno socioeconómico. Encontrar personas dispuestas a abordar estos temas no es sencillo. Aquí un 🔗 enlace para registrarte y recibir avisos sobre próximos posteos. Valoro que me hayas leído.




2 comentários

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Convidado:
23 de nov. de 2024
Avaliado com 4 de 5 estrelas.

Muy bueno y cierto, lo único no concuerdo con lo de la culpa, la verguenza y eso, todas falsas creencias, abrazo!!! Jorge Gonzalez!!

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Convidado:
24 de nov. de 2024
Respondendo a

Si errar no es humano, ¿cuál sería la causa??

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Ancla 1
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